El individuo diagnosticado de un trastorno de personalidad obsesivo - compulsivo, es rígido, perfeccionista, dogmático, rumiador, moralista, inflexible, indeciso y está emocional y cognitivamente bloqueado.
Son personas que sufren psicológicamente ya que mantienen una expectativa sobre ellos, los demás y el mundo exigente e inalcanzable, lo que va a suponer un nivel de frustración muy alto. Aprender a ser mas flexible será gran parte del contenido de la terapia.