El trastorno esquizoide de la personalidad presenta una pauta generalizada de indiferencia a las relaciones sociales y una gama restringida de experiencia y expresión emocional.
No disfruta de las relaciones sociales, casi siempre elige actividades solitarias; es distante, frío, indiferente.
En general, suelen acudir a consulta por trastornos depresivos, ansiosos o problemas de "fobia social". El trabajo en Habilidades sociales y reconocimiento emocional para su posterior autogestión es fundamental para la mejora de su calidad de vida.