"Volar puede ser una experiencia maravillosa o una carga, un sueño o un verdadero trauma".
Lo que para algunos es una experiencia fascinante, para otros puede ir intrínsecamente unido a un sentimiento de miedo. Ciertos estudios internacionales presentan pruebas de que aproximadamente la cuarta parte de los pasajeros de un avión, y a veces la mitad, experimentan miedo a volar o síntomas muy similares a éstos.
Por miedo a volar entendemos una inquietud permanente y desproporcionada que surge antes del vuelo y que lleva a un deseo apremiante de evitar la situación. La escala de reacciones que se produce ante el miedo va de leves sensaciones de angustia hasta el pánico.
A muchas personas les tiemblan las rodillas ante el solo pensamiento de tener que subir a un avión. Pero cada día emprendemos, con total convencimiento, riesgos mayores que el simple hecho de volar.