Merece especial atención plantearse el PODER DE LAS PALABRAS.
El lenguaje pone nombre al mundo y, por lo tanto, es la herramienta fundamental de interpretación de éste. Quien domina las palabras, tiene un enorme poder hacia sí mismo y hacia los/as demás en forma de influencia, autocontrol cunado las palabras se dirigen hacia uno mismo y persuasión cuando las dirigimos a los demás.
El dominio de la Oratoria supone:
- Expresar con facilidad
- Informar con precisión
- Explicar con claridad
- Demostrar con rigor
- Persuadir con convicción
- Argumentar con eficacia
Tarde o temprano todos/as tenemos que exponernos a hablar en público, Para que las estrategias tengan éxito, habrá que adaptarlas a la forma de ser de cada uno.
Las condiciones imprescindibles son:
- Autoconfianza
- Orientación personal positiva
- Claridad en la exposición de ideas
- Preparación previa
- Empatía
- Autocontrol
- Práctica