Para poder mantener una buena relación es necesario que la comunicación entre ambas partes sea fluida, tener plena confianza uno en el otro y poder hablar de cualquier cosa sin inhibiciones.
La comunicación es un circuito de ida y vuelta.
Todo lo que uno dice genera en el mismo momento en el otro una respuesta que generalmente nada tiene que ver con el tema del momento, ya que ésta se contamina por experiencias o recuerdos pasados, y todo esto provoca una reacción encadenada a esos sucesos y totalmente alejada del momento.
Cuando aparecen los problemas es muy importante hacer un alto y mantener una conversación sincera y honesta acerca de los mismos. Negarlos y hacer como que nada pasa, hará que éstos se acumulen y exploten en el momento menos pensado.
Se puede aprender a decir las cosas en buenos términos, sin necesidad de violencia ni malos tratos, ni dejando que los problemas sobrepasen a ambos miembros de la pareja.
Uno de los mayores problemas en una discusión es obstinarse en tener la razón, cuando en realidad, mirando desde el lado de cada uno, ambos la tienen y hay que poder entrar en armonía. Para esto, la mejor herramienta de la comunicación es la negociación.
Es importante saber que lo que más llega en la comunicación es el tono de voz y los gestos y ademanes, y lo menos importante es el contenido del mensaje, por eso es muy bueno e importante aprender a comunicar.