“A ti te quedé grande y ahora estás con una igualita que túuuuu…”
¿A quién no le suena esta estrofa? Durante las últimas semanas la hemos oído por doquier, y es que la canción de Shakira con Bizarrap, Music Sessions #53, ha revuelto el panorama musical. Más allá del ritmo que pueda tener, el tema de la cantante colombiana ha impactado fuertemente por la letra repleta de dardos hacia su ex, Gerard Piqué y su nueva pareja, Clara Chía.
Tras volcar todos estos sentimientos, es inevitable pensar en el rencor que emana todo lo que cuenta. Sin embargo, a todos nos ha ocurrido alguna vez, alguien nos hiere y nos invade este sentimiento de enfado profundo y persistente. Es algo inherente al ser humano y es imposible evitar sufrir decepciones, abandonos, injusticias… No obstante, lejos de aliviarnos, el rencor es como una losa que nos estanca y nos ancla a un pasado doloroso, no nos deja avanzar, nos impide sentirnos tranquilo/as y felices.
Para ello, saber superar el rencor es un paso fundamental para volver a sentir paz, algo que ayudará a nuestro crecimiento personal y bienestar emocional.
¿Qué es el perdón?
El perdón es una gran herramienta que nos da paz, con la que podemos trabajar tanto con nosotros mismos como con la gente de nuestro entorno. Los expertos aseguran que el perdón promueve mejores niveles de salud emocional y física.
Perdonar mejora nuestra autoestima ya que nos sentimos capaces de superar algo doloroso, nos abrimos a sentimientos y emociones positivas, dejamos atrás la ansiedad y la depresión… Y, por otra parte, tenemos que tener en cuenta, que perdonar no implica olvidar el daño que nos han causado, pero sí repararlo y sanarlo, en un acto que hacemos con nosotros mismos.
¿Cómo pasar página?
Aunque en un primer momento es normal que aflore el rencor e, incluso, nos pueda aportar algo de motivación, a la larga pensar en algo negativo que nos hizo daño puede enquistarse interfiriendo en nuestro presente y tiñendo de una perspectiva pesimista todas aquellas situaciones que nos rodean, e incluso, la imagen que tenemos de nosotros mismos, afectando a nuestra autoestima.
Sabemos que no es un proceso fácil y que requiere de un trabajo interno que nace de la persona que perdona pero, en definitiva, pasar página se trata de un acto sobre todo de amor y cuidado hacia uno mismo. Algunas pautas que nos pueden ayudar en este camino:
1.Desahogarse
Hablar de cómo nos sentimos con nuestros amigos, familiares o personas de confianza nos ayudará a que salga la rabia y todas las emociones de dolor, venganza, decepción… que tenemos acumuladas. Hablar de lo que nos ocurre por dentro nos ayuda a sanar, a digerir y, además, externalizar nos permite verlo, oírlo o leerlo desde otra perspectiva infundiendo calma. La escritura es una buena herramienta para desahogarnos y dejar aflorar todo lo que nos molesta y nos sacude por dentro.
Otra vía que puede ayudar a superar ese rencor es hablar con esa persona que nos ha hecho daño para explicarle cómo nos hemos sentido. Si eso no es posible, podemos hacer el ejercicio de imaginarnos que la tenemos sentada delante y decirle las cosas que le diríamos a la cara, dejar ir esos sentimientos.
Hay que pensar que no ofende quien quiere, sino quien puede.
En otras palabras, no tenemos el control de lo que los demás nos puedan hacer pero sí podemos decidir cómo digerir las cosas que nos ocurren, qué actitud vamos a defender y cómo dejaremos que nos afecte.
2.Aceptación
La aceptación es una fase necesaria en cualquier proceso complicado; se trata de aceptar lo que sientes y aceptar la situación. En ocasiones nos podemos quedar atorados en el enfado, la ira, frustración, etc. porque no queremos o no podemos en ese momento aceptar lo que ha ocurrido. Pero para seguir adelante es importante poder aceptar, algo que no ocurre de manera automática, y que necesita de un tiempo diferente según cada persona. La aceptación nos proporcionará calma y tranquilidad.
Entender que el ser humano no es perfecto y se equivoca es clave para procesar un agravio. Es importante que aceptemos nuestras imperfecciones y que seamos más indulgentes con nosotros mismos, algo que nos ayudará a serlo con los demás.
Lejos de pensar que la venganza nos aportará algún beneficio, debemos tener claro que lo único a lo que conduce es al dolor, haciendo crecer sentimientos hostiles con los que tendremos que convivir cada día.
3.La vida continúa
Aunque parezca un tópico, siempre hay un nuevo día y eso juega a nuestro favor. La vida continúa y todo acaba pasando, así que una buena manera de superar el rencor es buscar una nueva meta en nuestra vida, una nueva ilusión. Sentir de nuevo las ganas con algún proyecto, nos ayudará a situar nuevos objetivos lejos del pasado y en este ambiente, el perdón será más sencillo de llevar a cabo. Eso nos obligará a fijar nuestra mirada en el futuro en lugar de en lo que pasó, propiciará que olvidemos y acelerará el proceso de perdón.
Si pese a los esfuerzos, y a las diferentes intentos notas que sigues encallado en ese universo de dolor, frustración y rencor y que se te hace cuesta arriba volver a poner en marcha tu vida, en Linares Nevado Psicólogos te ofrecemos nuestro apoyo para poder dejar atrás estos sentimientos. Es posible vivir sin rencores, recobrar la felicidad, mirar hacia adelante, y desde nuestro gabinete te tendemos la mano para todo lo que necesites.