Es común asociar la depresión con la tristeza ya que muchos de los síntomas que aparecen cuando estamos tristes también están presentes en la depresión. De hecho, la tristeza es un elemento más de la depresión, pero esta tiene un cariz más profundo y complicado.
Entonces, ¿cómo podemos diferenciar si lo que nos ocurre es que estamos tristes o deprimidos? En primer lugar, debemos saber que la tristeza es una emoción natural o primaria que nos ocurre a todo/as y que cumple una función adaptativa al medio, que nos ayuda a elaborar pérdidas y a digerir acontecimientos, para reconstruir mi yo y mi relación con el mundo cambiante. Es una especie de «reseteo» de mi mente. Una vez cumplida esa función desaparece, por lo que la tristeza no es mala, nos ayuda a reconectar con el mundo y a ser conscientes de los momentos de alegría que nos da la vida. Una vez superada, se vuelve al estado natural y la crisis se supera.
Sin embargo, la depresión es la evolución hacia una enfermedad y puede definirse como un estado de tristeza crónica donde se pierde el interés por las cosas que antes nos llenaban y que no deja disfrutar de las actividades que en algún momento nos inyectaban energía, alegría y ganas.
La depresión es una emoción secundaria que deriva de una emoción primaria; de esta manera, la rabia se transforma en rencor, el miedo en ansiedad y la tristeza da paso a la depresión. La depresión puede desencadenar el Trastorno del Estado de Ánimo (DSM-IV) que provoca que la persona no se sienta con fuerzas para hacer frente a su vida.
Una persona puede estar triste porque ha perdido a alguien, está atravesando una ruptura, no tiene trabajo… pero si es capaz de poder sonreír cuando sale a cenar con los amigos, o durante un viaje, es muy probable que no tenga ninguna depresión, sino que esté atravesando una fase de tristeza.
No obstante, si alguien no se siente con fuerza para salir de la cama, si por muy acompañado que esté no es capaz de alegrarse, sonreír, si lo único de lo que tiene ganas es de meterse en la cama y estar a solas, es muy probable que padezca una depresión. Por lo general, la depresión suele ir acompañada de un pesimismo permanente, baja autoestima, cansancio, pocas ganas de hacer nada…
Por otra parte, la depresión puede darse conjuntamente con otros trastornos mentales y otras enfermedades como diabetes, cáncer, enfermedad cardíaca y dolor crónico. En algunas ocasiones, los medicamentos que se toman para estas enfermedades tienen efectos secundarios que contribuyen a los síntomas de la depresión.
Síntomas de la depresión
Entre los síntomas frecuentes de la depresión se incluyen los siguientes:
Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o “vacío”
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Si te identificas con estos síntomas, como profesionales de la salud y el bienestar mental, te animamos a que busques ayuda para combatir la depresión. La depresión puede curarse, puedes volver a sentir ganas de hacer cosas, volver a sonreír, a conectar con la gente y con la vida. Merece la pena intentarlo.
¿Qué hacer cuando estás triste?
La tristeza suele estar asociada con algún cambio en algún aspecto de la vida de la persona: pérdida del trabajo, pérdida de un ser querido, ruptura, malos resultados en el trabajo o la escuela, conflictos con alguien, problemas económicos, etc. Puede ser repentino y tiene una razón de ser.
Asimismo, es percibida como una emoción negativa y en muchas ocasiones no la dejamos aflorar, pero de esta manera se va magnificando para que le prestemos atención. Así pues, cuando una imagen de tristeza viene a la cabeza no debemos reprimirla, sino entender por qué surge en estos momentos. Es decir, debemos escuchar y aceptar nuestras emociones y no tratar de ocultarlas o sustituirlas ya que de esta manera, entenderemos su función y es posible que nuestro cuerpo nos esté revelando algo que puede ir mal en nosotros y que podemos cambiar.
¿Cómo podemos superar la tristeza?
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Escucha y acepta tu emoción
Quizás haya algo en tu vida que está cambiando y necesitas resituarte o tomar acciones. Intenta practicar la introspección y identifica cuál es el error que hay en tu vida.
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No te dejes llevar por la tristeza
Está bien reconocer la emoción pero no podemos regodearnos en ella. Intenta hacer cosas que te hagan sentir bien: deportes, cocina, leer, caminar, estar con gente…
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Háblate con amabilidad
Todos tenemos debilidades por lo que si empiezan a aparecer pensamientos nocivos como “no valgo para nada”, “soy un/a inútil”, “me lo merezco”… debemos retomar el control de nuestro diálogo interno y hablarnos con amabilidad. Recuerda todo aquello en lo que has demostrado hacer las cosas bien y tu capacidad para trabajar, aprender y mejorar las situaciones.
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Hazte una rutina
No dejes que la apatía te venza y si ves que estás dejando de hacer cosas que te gustaban, oblígate a hacerlas. Tener una rutina es una de las claves para superar la tristeza.
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Ponte metas
Las metas son imprescindibles para dejar atrás la tristeza y es necesario pensar qué es lo que realmente quieres en tu vida y luchar para llegar a ello.
¿Cómo se cura la depresión?
La depresión puede afectar a las personas de diferentes maneras, según su edad. En los estados más avanzados pueden aparecer pensamientos suicidas de forma recurrente y repetitiva, convirtiéndose en una bola cada vez más grande que hace que la persona se encuentre más desvalida y desamparada. Por eso, es fundamental acudir a un psicólogo especializado en depresión como con los que contamos en nuestro centro de psicólogos en Bilbao Linares Nevado.
La psicoterapia enseña a las personas con depresión nuevas formas de pensar y comportarse, y también ayuda a cambiar hábitos que contribuyen a la depresión. Una vez iniciado el tratamiento, empezarás a sentirte mejor poco a poco. Asimismo, llevar una vida más activa y saludable repercutirá favorablemente en tu bienestar:
- Actividad física. Tan solo 30 minutos de caminata al día pueden mejorar tu estado de ánimo.
- Mantener unos horarios regulares: hora de acostarse, hora de comer, hora de despertarse…
- Consumir alimentos saludables con regularidad.
- Haz lo que puedas y cómo puedas. Pospón decisiones importantes en tu vida para cuando te sientas mejor.
- Busca rodearte de otras personas y hablar con aquellos en quien confías sobre cómo te sientes.
- Evita el consumo de alcohol, nicotina o drogas.
¿Cómo puedo ayudar a un ser querido que está deprimido?
Si conoces a alguien con depresión, es muy importante animarle a visitar a un profesional para que lo vea. Además de ofrecerle comprensión y ánimo es imprescindible tener mucha paciencia.
Acompañarlo a dar un paseo, ayudarle a seguir con el tratamiento, reforzar la idea que se va a curar con el tiempo y que se sentirá mejor… Igualmente, es necesario estar atento a cualquier comentario sobre el suicidio y hacerlo saber a su especialista. En España, el teléfono 024 es la línea de atención a la conducta suicida pero en caso de emergencia vital inminente es mejor llamar directamente al teléfono de emergencias 112.