El domingo es un día angustioso para muchos trabajadores, ya que desde que se levantan tienen en mente que al día siguiente tienen que volver al trabajo. ¿Conoces esa sensación desagradable?
Es muy probable que esto sea un síntoma de ansiedad laboral. Es evidente que la mayoría de las personas debemos trabajar para vivir pero hacerlo bajo estas circunstancias tiene peligros para nuestra salud mental. Por ello, en este post vamos a hablar de cómo gestionar la ansiedad.
Ansiedad en el trabajo: qué es y cuáles son sus síntomas
En primer lugar, debemos saber que nuestro cuerpo tiene mecanismos de defensa ante situaciones adversas o amenazas de nuestro día a día. El problema es cuando esta sensación natural es duradera, frecuente y muy intensa; es entonces cuando debemos poner medidas para solucionarlo.
Los signos del trastorno de ansiedad son:
- Síntomas físicos: sensación de falta de aire, taquicardia, escalofríos, presión en el pecho, náuseas, tensión muscular…
- Síntomas cognitivos: pensamientos negativos, miedo a perder el control, problemas de memoria…
- Síntomas conductuales: irritabilidad, insomnio, cambios de apetito, aislamiento social, cambios emocionales…
Identificar el origen de la ansiedad
Es importante saber identificar cuál es la causa de nuestra ansiedad para poder gestionarla correctamente: si hay mal ambiente en el trabajo, monotonía, mala organización, acoso laboral, exceso de trabajo, falta de tiempo personal, bajo salario, falta de habilidades para llevar a cabo tu actividad, un empleo nuevo…
Una vez reconocida la causa hay que intentar hacer cambios para revertir la situación, pero si eso no es posible debemos echar mano de técnicas para mejorar nuestro día a día.
Es importante recordar que hay que tener claro que el trabajo perfecto no existe, todos los empleos tienen sus cosas buenas y sus cosas malas. Siempre habrá algo en el trabajo que no nos guste o nos guste menos. Eso sí, tampoco debemos aceptar todo lo que nos ocurra.
Buena organización
Hay algunas cosas que podemos hacer para reducir la ansiedad, empezando por una buena organización. Se trata de planificar la semana de forma realista para saber qué labores vamos a desempeñar cada día y cuánto tiempo le vamos a dedicar. Tener la agenda organizada, nos dará mayor tranquilidad y las pautas para ir ejecutando las tareas pendientes de forma ordenada.
Focalizarse en una tarea
Por otra parte, es importante focalizarse en una tarea. En ocasiones, hay mil distracciones que nos roban efectividad (móvil, llamadas, mail…). Evitar distracciones durante la realización de una actividad nos ayudará a ser mucho más resolutivo/as y en consecuencia sentiremos que aprovechamos mejor el tiempo. Olvida la multitarea: hacer veinte cosas a la vez solo puede llevar a que algo salga mal. Cada cosa, a su tiempo, cunde más y estresa menos, así que debemos priorizar lo importante y dejar aquellas cosas secundarias para cuando hayamos terminado.
Trabajar desde casa
El teletrabajo se convierte en una buena opción para minimizar nuestra exposición a un entorno de trabajo estresante, aunque es verdad que no todos los sectores permiten esta modalidad. En casa, es muy probable que el estrés disminuya y podamos concentrarnos más y mejor.
Concentrarse en las metas personales
Pensar en qué queremos conseguir en nuestra profesión a largo plazo es un buen recurso que nos puede ayudar a minimizar los efectos de un ambiente tóxico, entendiendo que los problemas actuales pueden ser solo temporales hacia nuestras metas.
Descansar
Para estar frescos y rendir de forma óptima es necesario poder descansar tanto física como mentalmente, no sólo en casa; también en el trabajo tenemos derecho a descansar un rato y coger de nuevo la tarea con más fuerza sin tanta sensación de angustia.
Realizar ejercicio físico
Parece un mantra pero en realidad, el descanso, una buena alimentación y ejercicio físico son la base para una buena salud física y mental. El ejercicio regula los niveles de cortisol, que es la hormona del estrés, por lo que practicarlo es una buena manera de liberar tensiones. Es muy recomendable encontrar una actividad que nos guste y que podamos hacer de forma regular.
Hablar sobre cómo nos sentimos
A veces, basta con verbalizar lo que nos pasa para sentir menos agobio. Compartir los sentimiento de ansiedad con alguien cercano, hablar de ello, llorar… puede resultar liberador e incluso, la visión de otras personas nos puede llevar a relativizar las cosas o buscarle una nueva solución.
Buscar ayuda profesional
Si sientes que no puedes controlar la situación, recurre a ayuda profesional. En Linares Nevado somos expertos en tratamientos para gestionar la ansiedad y mejorar la calidad de vida de las personas. Desde la terapia, podemos ayudarte a aprender a gestionar mejor la situación, a identificar qué causa tu ansiedad, a aceptar tus sentimientos sin juicios, a tener más seguridad en ti mismo/a, y a buscar soluciones para que esta angustia no te invada.
Existen recursos para recuperar tu tranquilidad y que tu día a día sea cada día mejor.