Para muchas personas el verano es sinónimo de disfrute, de pasarlo bien, de relajarse y de tener planes muy diferentes a los del resto del año. La estación estival se suele asociar a la alegría, pero, ¿qué sucede cuando no es la satisfacción la emoción predominante sino la tristeza?
Las alteraciones emocionales relacionadas con el verano tienen a ver con el trastorno afectivo estacional (TAE), un tipo de depresión relacionado con los cambios de estación que afecta a entre un 1% y un 10% de la población mundial. A pesar de que se manifiesta con más frecuencia en invierno, puede darse durante las cuatro estaciones del año, incluyendo estos meses de calor.
¿Qué es el trastorno afectivo estacional en verano?
Hay personas que con la llegada del verano sienten que tienen menos energía, menos motivación y experimentan un sentimiento de tristeza que les impide disfrutar de cualquier actividad que les gusta normalmente.
Se trata de síntomas típicos de los trastornos depresivos pero su llegada coincide con la entrada a una nueva estación, motivo por el cual se conoce como trastorno afectivo estacional, ya que se asocia a cambios climatológicos: mayor exposición a la luz solar, exceso de calor, alteración de las horas de sueño… Así como una alteración de las rutinas en las actividades diarias que pueden desestabilizar los biorritmos.
Este tipo de alteración estacional afecta a la salud mental de las personas e influye en el correcto desarrollo de las actividades sociales y de ocio que suelen darse en verano, creando un círculo vicioso: los síntomas depresivos inclinan a llevar una vida más sedentaria por lo que se realizan menos actividades estimulantes, reforzando a su vez, ese estado de tristeza.

Síntomas del trastorno afectivo estacional
Como con otros tipos de depresión, una persona con trastorno afectivo estacional puede notar algunos de los siguientes síntomas.
- Cambios de humor
- Pensamientos negativos
- Desgaste de la autoestima al compararse con los demás
- Falta de energía y de motivación
- Cansancio generalizado
- Incapacidad para disfrutar
- Insomnio y falta de apetito
- Dificultad a la hora de concentrarse
Cómo tratar la depresión del trastorno afectivo estacional

El control de los factores ambientales puede ser clave para frenar la aparición del TAE, pudiendo recurrir a remedios bastante fáciles o caseros: mantenerse en zonas con aire acondicionado o menos húmedas, darse duchas frías o utilizar persianas que oscurezcan la habitación podrían ayudar a mejorar el estado de ánimo.
Es normal sentirse triste algunos días, pero si esa sensación de desánimo se prolonga durante días, cambian los patrones de sueño y apetito es importante recurrir a un profesional. En Linares Nevado somos expertos en abordar el pensamiento negativo y la tendencia al aislamiento. Estaremos encantados de atenderte y ofrecerte soluciones a tu medida.