Mucho se habla de Fatiga Pandémica, y este fenómeno no es otra cosa que la situación de agotamiento a la que estamos sometidos ante el escenario de estrés prolongado que estamos viviendo. Estos conceptos no son términos técnicos ni corresponden a una patología de Salud Mental. Simplemente vienen a recoger la situación de restricciones y limitaciones que la población está viviendo desde hace 11 meses, debida al coronavirus.
En un estudio realizado por Sadín, Valiente, García-Escalera y Chorot (2020) sobre el impacto psicológico de la pandemia de COVID-19, recogen que en la población española se da un predominio de síntomas de preocupación, estrés, desesperanza y problemas de sueño. También destaca un impacto elevado en los niveles de ansiedad, nerviosismo e inquietud.
Desde nuestro centro, percibimos cómo la demanda de atención psicológica se ha visto incrementada, y que la sintomatología que acompaña a las personas que recibimos es prácticamente idéntica a la recogida en el estudio mencionado.
La situación que estamos padeciendo nos pone en contacto con la fragilidad y vulnerabilidad de uno mismo. Actualmente, tenemos la sensación de estar perdiendo el control de nuestra propia vida. Al ser humano, le gusta saber qué va a pasar porque así se puede preparar para reaccionar ante la situación antes de que ocurra, haciendo que la probabilidad de éxito aumente. Sin embargo, la incertidumbre que pulula hoy por nuestro cuerpo y nuestra psique nos lleva a sentirnos inseguros y ansiosos.
¿Qué puedo hacer para sentirme mejor?
• “Soltar” los ámbitos en los que no tenemos control. Tener el control nos hace sentir seguros, y creemos que nosotros decidimos qué ocurre y cuándo, pero si te paras un momento a observar te darás cuenta de que hay muchas cosas que no están bajo tu control y que el intentar tenerlo te lleva al agotamiento y la frustración. Por ejemplo, controlar el comportamiento o interpretación de la realidad de los demás. Procura, por tanto, invertir en espacios en los que sí mantienes el control, es decir, en tu propio autocuidado.
• Gestión Emocional. Entender, aceptar y dar espacio a la ansiedad, al cansancio, la tristeza, la irritación, la confusión y la preocupación. No trates de “no sentir” esas emociones, pues te dan información valiosa de cómo te encuentras y de dónde tienes que poner tu foco para regular la intensidad de esa emoción.
• Relajación. Para favorecer el sueño se pueden utilizar podcast con relajaciones guiadas que te permitan centrarte en soltar cada parte de tu cuerpo.
• Dejar de consumir información de forma compulsiva, sin poner filtro alguno a lo que lees. No todo informa, y sí puede sobrecargar tu mente.
• Mantener las relaciones sociales con distancia y bajo las recomendaciones sanitaria. Las actividades sociales son fuente de bienestar desde el punto de vista de la salud mental, es importante seguir manteniéndolas.
• Realizar ejercicio físico. Favorece la descarga de energía y la disminución de la ansiedad. Esta actividad no implica tener que apuntarse a un gimnasio o polideportivo, puede dedicarse un rato a dar paseos o dejar el coche aparcado un poco lejos del domicilio o centro de trabajo, para poder ir andando al mismo.
• Recuperar/Implantar costumbres dentro de casa. Toda la población tiene implantado un toque de queda para volver a casa, por lo que el tiempo que antes se pasaba en la calle, en los bares o en centros comerciales debe transcurrir en el hogar. Es buen momento para comenzar nuevos hábitos o recuperar los que se han perdido debido a la falta de tiempo, como por ejemplo, hacer juntos la cena, jugar a juegos de mesa, leer, ver series y/o películas, charlar sobre algún tema…
Cada día que pasa nos cuesta más llevar a cabo las pequeñas recomendaciones que os hemos comentado. Es completamente entendible, no es necesario fustigarse si uno no logra sentirse mejor (que no necesariamente bien). Cada uno lleva su propio ritmo, lo importante es ir poco a poco poniéndolo en práctica.
Referencias consultadas
Alcolea, R. (15 de enero de 2021). Cómo salir del bucle del cansancio y el hastío en plena pandemia. ABC. Recuperado de: https://www.abc.es/bienestar/psicologia-sexo/psicologia/abci-como-salir-bucle-cansancio-y-hastio-plena-pandemia-202101150053_noticia.html
Beaumont, A. (2020). Cómo afrontar el coronavirus desde la psicología. Webinar: UNED Tudela. Bellorín, D., García, I., Tomás, L., Fuster, L., Martín, L., Fernández, P., Subirats, S., Pueo, S., Alonso, S., y Álvarez, T., (2020). Manual psiCOVIDa-10. Extraído de: http://api.cpsp.io/public/documents/1584934751104-coronavirus-guia-psicovida10.pdf
Sadín, B., Valiente, R.M., Garcia-Escalera, J., y Chorot, P. (2020). Impacto psicológico de la pandemia de COVID-19: Efectos negativos y positivos en población española asociados al periodo de confinamiento nacional. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 25 (1), 1-22. Doi: 10.5944/rppc.27569
Torres, Á. (01 de diciembre de 2020). La tercera ola de la pandemia impactará en la salud mental y será por causas económicas. Recuperado de: http://www.medicosypacientes.com/articulo/la-tercera-ola-de-la-pandemia-impactara-en-la-salud-mental-y-sera-por-causas-economicas