La situación actual no está siendo fácil para nadie. Muchas personas acuden a nuestra consulta con crisis de ansiedad, alteraciones del sueño, episodios de tristeza y desgana, miedo al contagio propio y de sus seres queridos, estrés, irritabilidad… y un largo etcétera.
Estos síntomas, además de afectar a la propia persona, también influyen en su relación con sus compañeros de trabajo, los hijos, los amigos y la pareja. Y es de este último tándem del que os queremos hablar en este post, ya que las relaciones de pareja se están viendo resentidas debido al cúmulo de vivencias que llevamos en nuestras mochilas.
Venimos de un confinamiento, del que en unos meses se cumplirá un año, donde algunas parejas vieron cómo su relación se deterioraba debido a la incertidumbre, los miedos, los cambios de rutina y el estrés que ocasionó ese encierro en el hogar 24/7. Otras, en cambio, se han visto fortalecidas, ya que el pasar más tiempo con la pareja y los hijos ha reforzado su unión.
Por lo que nos preguntamos, ¿está siendo esta pandemia causa de rupturas y/o crisis en las parejas?
La respuesta es que no, que la mayoría de las parejas que han pasado por dificultades o finalizado su relación ya venían con carencias previas. Había parejas que se refugiaban en el ocio (salir con amigos/as, practicar deporte…) y/o en el trabajo para dejar a un lado esas emociones adversas que sentían en su relación, y que junto con la ansiedad de la prohibición de salir, han creado un clima de tensión, reproches y discusiones durante la convivencia.
Con el desconfinamiento, este grupo de parejas no ha visto mejora en su relación. Aunque actualmente se haya podido recuperar de una forma parcial parte de las rutinas anteriores, no ha hecho que la relación se retome en el punto anterior al encierro.
Teniendo en cuenta todo esto, os presentamos a continuación una serie de signos que indican que el vínculo de pareja peligra:
• En las discusiones afloran conflictos de contenido, es decir, se cuestionan los pilares o mimbres de la relación. En este tipo de enfrentamientos se denota falta de admiración hacia el otro y se pone en juego el nexo de la pareja.
• Cuando os dirigís el uno al otro hay más momentos de reproches que de elogios.
• La comunicación se basa en la crítica, en señalar lo que el otro no hace o hace mal.
• Mantener una actitud defensiva, es decir, no aceptar una queja y responder a la defensiva y contraatacando.
• Mantener una actitud evasiva, esto es, mostrar indiferencia hacia la persona que está planteando las quejas y/o críticas.
• No os ponéis de acuerdo en temas importantes.
• Grandes dificultades para centrarse y dedicar tiempo a las relaciones sexuales.
Si te has sentido identificado/a con varios de estos signos que indican un posible deterioro en tu relación, no dudes en consultar con nuestras especialistas en terapia de pareja. Ellas te ayudarán a distinguir una tempestad pasajera de una verdadera crisis en tu relación sentimental.
Para profundizar un poco más en este tema, en una próxima publicación os hablaremos de qué objetivos tiene una terapia de pareja para poder mejorar el clima en la relación.